Nací y crecí en un pueblecito rodeado de montaña, agua y naturaleza, lo que me hizo adorar y amar a la naturaleza, que hoy en día, es el motor de mi vida.

De hecho, mi próximo proyecto es poder realizar las sesiones y trabajar en ella.

Y la vida, con su gran sentido del humor y con sus señales, fue acercándome, de a poquito, a lo que hoy es mi vocación: la psicología.

Llevé una vida bastante convencional hasta mis 25 años, cuando tuve una crisis existencial y me replantee que es lo que quería hacer con mi vida y cómo.

Así que a mis 25 primaveras me mudé a la gran ciudad para poder trabajar y estudiar a la vez.

No fue un camino fácil, aunque aquí estoy: disfrutando mucho de mi trabajo y de las personas a las que estoy acompañando.